"Sola y eterna, tierra de arados, de sementeras y de olivar, mil veces regada
con sudores de hombres, con cuidados, con maldiciones, con desesperaciones de
hombres, hermosura diaria, espejo y descanso nuestro.Nunca cansas, siempre lista, inscrita una y otra vez por hierros
y por huellas, volcada por rejas al sol y a la lluvia, a todo tempero, siempre
con la dádiva conforme al trabajo, medida a nuestros huesos.¡Ay de los que te olvidaren, de los que en su piel y en sus ojos
pierdan tu recuerdo, de los que no se refresquen contigo, de los que te pierdan
de alma! "José Antonio Muñoz Rojas. ( Las cosas del campo .1951)
Llanos de la Bandera, Las Lagunillas ( Priego de Córdoba). Sierra Horconera y Tiñosa en segundo plano . Julio 2010.
Un año más la cosechadora, "la máquina"- como aquí se conoce- acomete la recolección de reducidas parcelas de cereales del pequeño altiplano de la Subbética; salpicadas de encinas solitarias y bordeadas de estrechos y verdes sotos de ribera interrupen el paisaje dominado por lomas de olivares de vieja y nueva generación.

Antaño las labores agosteras que para la gran mayoría de familas campesinas suponían ser las tareas más duras e intensas del año ,ocupaban casi los dos primeros meses del caluroso estío : la siega a hoz, barcina y trilla con mulos y aventado manual se realizaban desde los meses de Junio hasta primeras semanas de Agosto.


Desde hace décadas curtidos labriegos como Manuel , hombres de hoz y mancera , por subvenciones ,rentabilidad y comodidad se dedicaron a otros cultivos dejando de lado las tierras de sementera , pues vieron como aquellas duras faenas las desempeñaban las potentes máquinas cosechadoras en escasas horas de trabajo.
" Sé algo de la tierra y sus gentes. Conozco aquella en suEl fotógrafo Ramón Masats premio Nacional de Fotografía en 2004 en una entrevista y ante la pregunta de si es difícil encontrarle la literatura a una cosechadora, respondía lo siguiente: "Sí. Las máquinas quitan poesía al campo, pero prefiero que la gente viva mejor. Aunque hacer fotos se vuelva más difícil".
ternura y en su dureza, he andado sus caminos, he descansado mis ojos en su hermosura. Los cierro y la tengo ante mí. Tierras duras, alberos y polvillares, breves bujeos, largos cubriales;aquí se riza una loma, allá se quiebra una cañada,
se extiende una albina, tiembla un sisón de vuelo lento. Todo el campo vuela
pausadamente. La herrizas se coronan de coscojas, aquí una encina huérfana
canta una historia. "
José Antonio Muñoz Rojas ( Las Cosas del Campo .1951)
En las curtidas manos de labriegos como Manuel encontraréis similar respuesta.